El veloz crecimiento demográfico que se registra en las regiones en desarrollo y la tendencia a vivir en áreas densa mente pobladas incrementa el riesgo de transmisión rápida de enfermedades y de aparición de focos a gran escala de enfermedades transmitidas por los alimentos debido a la creciente extensión y complejidad de las cadenas de suministro. Los mataderos pueden ser una fuente de este tipo de contaminación cruzada, por lo que es preciso en "carnes del casanare " adoptar un estricto régimen de control.
inspección de la carne
La inspección de la carne consiste en la inspección ante-mortem y la inspección post‑mortem de los animales sacrificados. Estos procedimientos se efectúan con el propósito de emitir un dictamen sobre la inocuidad e idoneidad de la carne y su destino. Juegan un papel fundamental como principales medidas de control para asegurar la inocuidad de la carne y, obviamente, para identificar y vigilar las enfermedades animales.
La inspección se lleva a cabo generalmente en el matadero por veterinarios o inspectores competentes en materia de la higiene de la carne designados por la autoridad competente. El procedimiento de inspección de la carne consta de dos fases: inspección ante-mortem e inspección post-mortem.
En nuestra empresa durante la inspección ante-mortem los animales sacrificados se someten a examen a fin de evaluar el comportamiento general, el estado nutricional, la limpieza, signos de enfermedades y anormalidades en el porte, estructura, color, secreciones y olor. Todos los animales sospechosos, sucios, enfermos o heridos deberán segregarse de los animales sanos para evitar la contaminación cruzada y deberán sacrificarse separadamente.
La inspección post-mortem se realiza de forma rutinaria a fin de garantizar que las canales y sus órganos estén libres de enfermedades. Los resultados de la inspección ante-mortem y post-mortem se combinan para establecer un dictamen final sobre la idoneidad de la carne o de los órganos para el consumo humano.
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